martes, 24 de julio de 2012

Prohiben en la TV de Iran, gente comiendo pollo, en Teheran el pollo practicamente vuela.

La inflación en Irán se refleja en los pollos
TEHERÁN.- La subida del precio del pollo en Irán, que en pocos meses casi se ha triplicado, ha intranquilizado a la población por el temor a la inflación y llevado al Gobierno a tomar medidas para calmar a los ciudadanos en una época como es el mes de ayuno musulmán del ramadán.

La escasez de circulante en monedas fuertes para realizar importaciones, debido a las sanciones internacionales a Irán por su programa nuclear que reducen las remesas de divisas, y la retirada de subsidios a productos energéticos y alimentos, han ocasionado una fuerte inflación.

Junto con los de otros alimentos, el precio del pollo, la carne más consumida y barata, ha tenido un alza espectacular en los últimos meses, de US$ 2,4 a US$ 6,8 por kilo al cambio oficial, y ha dejado a muchos iraníes sin poder consumir ninguna carne, ya que el cordero y el vacuno están a precios muy superiores e inalcanzables.

Gente comiendo pollo en TV

La preocupación llegó a la seguridad y el propio jefe de Policía de Irán, Esmail Ahmadi Mogadam, instó a las televisiones a no sacar imágenes de gente comiendo pollo, para no fomentar la hostilidad de los pobres contra los ricos, que de momento se ha limitado a alguna concentración de protesta.

"Algunas personas (que vean esas imágenes) y esa diferencia entre ricos y pobres pueden pensar en coger un cuchillo para llevarse la parte que creen que les corresponde", señaló el jefe policial, según informó la agencia local Mehr.

Hoy, según la agencia estudiantil ISNA, en la región nororiental de Jorasan se registraban largar colas en los centros oficiales de venta de alimentos, para adquirir pollo subvencionado a US$ 4,2 el kilo, mientras en el mercado libre su precio aumenta día a día y se acerca ya a los US$ 7.

En los centros oficiales y en el mes de ramadán, el Gobierno ha anunciado descuentos del 30% en los precios de algunos alimentos esenciales, entre ellos el pollo, para calmar la intranquilidad en un periodo en que la tradición impone opíparas cenas familiares nocturnas tras el ayuno diurno.

El Gobierno, según dijo hoy la agencia oficial IRNA, tiene previsto tratar esta semana la cuestión de la producción de pollo en Irán y el ministro de Agricultura, Sadegh Jalilian, comparecerá mañana ante el Parlamento para responder sobre el asunto a una Cámara ultraconservadora hostil al Ejecutivo.

En todo caso, la situación creada por la exagerada subida del precio del pollo se ha convertido en Irán en un problema nacional, aireado y discutido de forma excepcional en los medios de comunicación, donde a diario aparecen noticias sobre esta cuestión e incluso caricaturas críticas sobre sus implicaciones políticas.


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